Bicentenario de la Restauración
1814-2014
"Construcción de una Identidad"
En 1540, Ignacio de Loyola, junto a nueve compañeros, funda la Compañía de Jesús -una orden religiosa cuyos miembros son conocidos mundialmente como “jesuitas”- expresando así su deseo de servir a Dios y la Iglesia "bajo el Romano Pontífice", para ser enviados a aquellos lugares donde él viera que pudieran dar un mayor servicio a los demás.
La nueva Orden se fundaba para "la defensa y propagación de la fe y el provecho de las almas en la vida y doctrina cristiana. Para pacificar a los desavenidos, socorrer y servir con obras de caridad a presos y enfermos y para la prestación de cualquier servicio a la Iglesia que contribuyera a la gloria de Dios y al bien universal".
Pocos años después, los jesuitas se hallaban repartidos por Europa, India, Japón, Brasil, Etiopía, entre otros, trabajando en Colegios y Hospitales, Cárceles y Misiones, como teólogos y científicos, desarrollando los apostolados que la Iglesia les pedía, sirviendo a la Iglesia donde sea y para lo que sea necesario.
El Prepósito General de la Compañía de Jesús es el P. Adolfo Nicolás s.j., elegido en la Congregación General XXXV de la Compañía de Jesús en enero de 2008. Entre los retos que el P. Nicolás planteaba a los jesuitas en este inicio del siglo XXI, dos ideas tienen especial relevancia: seguir yendo a las fronteras de nuestro mundo, fronteras de todo tipo, y ser como fuegos que transmiten una llama que ha de encender el mundo con pasión y evangelio…
A medida que cambia el mundo cambia también el contexto de nuestra misión y las nuevas fronteras nos envían señales que requieren nuestra respuesta (CG35, d.2, n.24)

La Compañía en números
Hoy, 18.000 jesuitas -presentes en 127 países y distribuidos en 85 provincias- continúan la obra de San Ignacio en todos los lugares a que la Iglesia los envía.
50 jesuitas en Uruguay y 150 en Argentina, forman la Provincia Argentino-Uruguaya.
Con una larga tradición educativa, la Compañía tiene 207 universidades, 472 instituciones de enseñanza Secundaria, 165 de enseñanza Primaria y 78 de Profesional o Técnica. En ellas trabajan 125.000 seglares y 4.000 jesuitas como educadores o administradores. Además, existen las Redes Educativas con 2.800 centros. El número total de alumnos se calcula cercano a los dos millones y medio.
El objetivo de la educación ignaciana es la formación de estudiantes que vivan una fe que reconozca la obligación de trabajar por la justicia en el mundo. Esta idea fue captada en la famosa frase del P. Pedro Arrupes.j. (Prepósito General de la Compañía de Jesús, 1965-1983): "Hombres y mujeres para los demás". La frase encierra una característica esencial de la educación jesuítica: la formación de hombres y mujeres que dediquen sus vidas al servicio de otros, sobre todo de los que tienen mayor necesidad.