«Y por sobre todas las actividades e ideas, lo más importante es que durante las vacaciones
existan momentos de encuentro familiar. Ya sea en Montevideo como en el destino más paradisíaco,
lo que más necesitan los hijos es de tiempo compartido con sus padres y hermanos, primos, tíos y abuelos.«
Se acerca el final de otro año. Para los adultos, seguramente con él llegue la oportunidad de hacer balance: de reconocer qué momentos y personas fueron causa de alegría, qué fragilidades fueron oportunidad de crecimiento y qué proyectos serán motivo de aventura en el futuro. Ojalá, además sea un momento de poner la mirada en Jesús.
Para los niños y adolescentes, se hace notar el fin de año porque aparecen las evaluaciones finales, las fiestas de fin de curso, las entregas de carnet, los exámenes y, por supuesto, los balances. Por suerte, con todo esto también llegan las vacaciones. Serán más largas o más cortas, pero su llegada se hace necesaria.
En los más pequeños de la familia se puede notar en que están cansados (incluso si duermen más tiempo); al levantarse, preguntan con frecuencia si hay que ir al Colegio; se los nota más distraídos y con pequeños olvidos; les cuesta hacer los deberes (los terminan rápido y con errores o buscan excusas para comenzar a hacerlos); aparece el desgano y, sobre todo, están de peor humor: con más enojos e impacientes (Caraballo, 2016).
Por lo tanto, las vacaciones son un tiempo de descanso. Un tiempo de descanso por el transcurso del año, la rutina y sus rigores. Y un tiempo de descanso que ayuda a comenzar bien dispuestos los desafíos cognitivos y afectivos que esperan el año siguiente.
Entonces, tanto para los más chicos como para los más grandes, existen ciertos permisos que se pueden otorgar. Algunos ejemplos pueden ser:
- Dormir hasta más tarde y quedarse remoloneando en la cama. ¡No es problema que los adolescentes duerman hasta las 12!
- No apurarse en las actividades de la mañana como el desayuno y el aseo. Por lo general durante el año son momentos de poca calma y disfrute.
- Jugar o realizar actividades que requieran de mucho tiempo que no está disponible durante el año. Por ejemplo: guerra de agua, cocinar, invitar amigos entre semana, tiempo extra en el club, etc.
Además, uno de los permisos más importante es el de aburrirse. Según Belton y Priyadharshini (2010), debe considerarse como una emoción y por lo tanto pertenece a quien lo siente. El aburrimiento aparece cuando se carece de actividades preestablecidas y es en ese momento cuando surge la creatividad y fantasía (del Río Ripoll, 2014). En adhesión, Artigue Gómez, señala que el tiempo libre promueve la imaginación, exploración natural, curiosidad y funciones ejecutivas (flexibilidad, razonamiento, toma de decisiones, etc.). Por lo tanto, frente al aburrimiento, los padres no tienen nada mejor que hacer que dejarlos resolver el problema por sí solos.
Sin duda, cuando el aburrimiento es sustituido por la creatividad, se está favoreciendo el aprendizaje. Y, si bien en las vacaciones se descansa del Colegio y sus exigencias, no se puede dejar de estimular el aprendizaje y las habilidades afines. Para eso, será importante realizar actividades distendidas pero que pongan en juego las destrezas aprendidas. Así, podrían realizarse: lecturas periódicas, escrituras que recojan lo vivido en el día o la semana, cálculos mentales, talleres de arte, sudokus, sopas de letra, puzles, juegos de ingenio, algoritmos, conversaciones en inglés, visitas a museos, bibliotecas, repaso explícito de alguna asignatura, etc.
Si estas actividades se realizan con mayor frecuencia al ir finalizando las vacaciones así como una transición moderada hacia los horarios y rutinas, los niños y adolescentes estarán mejor preparados para un nuevo comienzo.
Finalmente y por sobre todas las actividades e ideas, lo más importante es que durante las vacaciones existan momentos de encuentro familiar. Ya sea en Montevideo como en el destino más paradisíaco, lo que más necesitan los hijos es de tiempo compartido con sus padres y hermanos, primos, tíos y abuelos.
Ppga. María Panario